"Estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo". Filipenses 1:6 ♥ Comenzó un 27, julio1999

viernes, 21 de octubre de 2011

El brazo de carne..

"¡Maldito el hombre que confía en el hombre!
¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!".
Jeremías 17:5

Hace mucho que había escuchado este versículo por primera vez, seguramente al igual que yo, conoces tantos más; sin embargo, no todos son aplicados apenas los escuchamos, sino hasta que atravesamos situaciones en donde "los necesitamos", es ahí, donde salen a flote con la ayuda del Espíritu Santo.
Mientras tanto, en muchos casos son como tesoros que guardamos en un baúl empolvado.

Aprendí que existen dos tipos de  "brazos": el "brazo de carne" y el "brazo de nuestro Señor Jesucristo".
El primero está basado en esfuerzo humano, mientras que el segundo está basado en el poder de Dios, es decir: "Uno es de carne y el otro viene a ser del Espíritu". Muy similar al ejemplo que Jesús le dió a Nicodemo -Juan 3:6- refiriéndose a las clases de nacimiento.

Entonces, ¿Cómo vivir en el espíritu?. No me malentiendan, no me estoy refiriendo a darnos de espirituales, lo que trato de compartir es que sin santidad nadie podrá ver a Dios, necesitamos un corazón limpio
-Mateo 5:8- para ver como dice mi esposo, "rochosamente" la mano de Dios moverse en situaciones diversas en nuestras vidas.

Tengamos en cuenta que "Santidad" etimológicamente proviene 
del hebreo KADOSH = "separado, puesto aparte, pureza física, moral y espiritual" 
como también del Griego HAGIOS = "Separado, consagrado, puesto aparte"; significa "Separado/a para"

Hebreos 12:14 dice "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor",
esto termina llevándonos a un estado de PAZ con nosotros mismos y con Dios. 

Estuve pensando en qué sería mejor, si valerme por mis propias fuerzas y conseguir lo que quiero por mí misma o llevar mi petición a los pies de Jesucristo, el autor y consumador de mi fe -Hebreos 12:2- descansando plenamente en que nuestro Dios obrará en su tiempo. Definitivamente escogí la última opción, logro ver su brazo, estoy caminando de la mano con Dios.

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová ~ Jeremías 17:7
¿Y tú, qué harás?

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