Jamás imaginé que llegaría este día, hace unos minutos (son la 01:20h); ví partir de casa a mi esposo, no ha sido fácil para mí hacerme la idea que estaré en casa sin él, pero resulta más fácil pensar que estaré muy bien acompañada por aquel que llena todo vacío de mi corazón, mi Padre celestial.
Admiro el varón que Dios me dió, mucho antes de salir, tomó mis manos y tuvimos un tiempo de oración; donde, como cabeza y con la autoridad que posee intercedió por el favor de Dios en estos días sobre nuestro matrimonio.
Me siento tan privilegiada porque tengo a un hombre maravilloso que siempre se preocupa por hacerme sentir amada, segura, protegida y bendecida.
Hace un par de días publiqué en mi muro de facebook:
"Incrementé mis tiempos de oración por mi matrimonio"
fue porque aprendí en estos últimos meses que no es necesario que ocurra alguna situación para empezar a orar. Cuando decidí incrementar tiempos de oración por mi esposo y por mí, lo hacía pensando en este tiempo donde estaríamos físicamente separados, clamando a Mi Padre Celestial que "prepare nuestros corazones" para el momento en que tendrían que seguir siendo UN SOLO CORAZÓN pese a la distancia.
Me pregunté: ¿cómo habría pensado y/o actuado antes?
definitivamente veo el trato de Dios para con mi vida, es tan clara la mano de Dios obrando en mí, me gozo al certificar que es real, fiel y verdadero.
Hoy, viernes AMO MÁS QUE AYER A MI DIOS!
Mi fe ha crecido y es por medio de ella que decido como mirar, estaré esperando el pronto regreso de mi amado esposo, sé que vendrá con nuevas buenas y yo aguardaré por él con buenas nuevas también, porque de algo estoy segura; "La obra que Dios comenzó en nuestras vidas está siendo perfeccionada" (Flp 1:6) y estos tiempos son necesarios para hacernos madurar y fortalecer más que antes nuestro amor, "El amor que por medio de su Espíritu Santo fue derramado en nuestros corazones" (Rom 5:5).
¡Gracias Dios!
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